APRENDER A AMAR NO SE IMPROVISA

30 noviembre 2017

Carmen García Peña, doctora en Derecho Canónico y profesora en la Universidad de Comillas de Madrid, fue la encargada de centrar el trabajo del tercer día del Congreso Internacional Salesiano sobre Pastoral Juvenil y Familia SYMFAMILY17. En una ponencia clara y muy directa, la consultora del Sínodo sobre la Familia puso a los participantes ante los restos que plantea la familia hoy y señaló propuestas para una pastoral juvenil que prepare para el matrimonio.

 

Su intervención se centró en  ideas que reflejan el camino de la Iglesia, especialmente tras la publicación de la Amoris Laetitia (AL). A lo largo de su intervención, fue orientando la lectura de AL y las ideas que el Papa Francisco ofrece a los agentes de pastoral para el trabajo con las familias y con los jóvenes, pues ellos formarán las familias del futuro.

 

El Sínodo de la Familia y la exhortación apostólica AL constituyen una interpelación directa a la acción formativa en el trabajo con los jóvenes. “Hay que presentar a los jóvenes el matrimonio en clave vocacional y para eso hay que revisar la propuesta que desde la iglesia se está haciendo”. Esto puede suponer una iniciativa contracultural. Destaca de su intervención las referencias textuales a las propuestas del Santo Padre: “Aprender a amar no se improvisa”, señaló aludiendo a la importancia de la formación para la afectividad, el noviazgo y el matrimonio.

 

En otro momento de su intervención, destacó la realidad poliédrica de la familia actual, con una mirada desde dos perspectivas: profética,  de denuncia por ejemplo de la violencia intramatrimonial, y constructiva, “para presentar la belleza y verdad de la doctrina eclesial sobre el matrimonio y la familia” que dijo,  “no está reñida con la misericordia hacia las familias frágiles y heridas”.

 

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