Más allá del espumillón, de las luces y los villancicos… Un poco más allá de las comidas con amigos, con los compañeros y en familia… Incluso, más allá de los regalos, de ese «gordo» que no se deja caer del todo, de las felicitaciones y de los buenos deseos de paz y hermandad… Más allá, en el fondo (demasiadas veces muy en el fondo), en Navidad celebramos a «Dios con nosotros», a un Padre que se hace Niño e irrumpe en nuestra historia para traernos la Buena Noticia del Reino de Dios.

En nuestra Casa de Salesianos San José llevamos tiempo preparando esta gran fiesta de la Navidad: los Buenos días de diciembre, el bocadillo solidario de los jueves, el Portal de Belén de la clase, la Operación Kilo en colaboración con Cáritas, los christmas en inglés que compartimos grandes y pequeños, el concurso de tarjetas navideñas, la fiesta de los chiquitines para sus familias, la llegada de los Reyes Magos al colegio, las actividades con PRODE, CAMF, Cruz Roja o la Residencia de ancianos.

Es mucho lo que se hace, y en todo se pone el corazón. Porque de corazones va la cosa: corazones abiertos a esta venida tan especial. ¡Ojalá que el ruido de fondo nos deje escuchar la verdadera voz de la Navidad!… «Os ha nacido un Salvador». Que de ahí brote nuestra alegría, una alegría que no desaparecerá cuando el rastro de la estrella que guía a los Reyes Magos vuelva a esconderse hasta el año que viene. Sólo así todos los días serán Navidad.

En el Niño que nace en Belén se reconoce al Dios Padre Misericordioso. Por eso celebramos la Navidad. Los Salesianos de España rezamos por los jóvenes, nuestros destinatarios, por sus familias, por los educadores, animadores y miembros de la Familia Salesiana. Y a todos los pueblos a los que llegue nuestro mensaje: ¡Feliz Navidad!