¡ABANDÓNATE, CONFÍA, SONRÍE!

21 julio 2019

Éste es el título de la carta del Rector Mayor, Don Ángel Fernández Artime, dirigida a los Salesianos y a toda la Familia Salesiana con ocasión del 150º aniversario de la fundación de la Asociación de María Auxiliadora (ADMA), promovida por Don Bosco el 18 de abril de 1869, un año después de la consagración de la Basílica de María Auxiliadora en Valdocco.

El deseo del Rector Mayor es renovar la dimensión mariana de la vocación salesiana, revisando las convicciones subyacentes y llevando a una cuidadosa evaluación de la devoción a María Auxiliadora como Salesiano de Don Bosco. Esto puede convertirse en una sugerencia útil para toda la Familia Salesiana del mundo, de manera que hoy se haga presente la llamada que Don Egidio Viganó hiciera en su tiempo, cuando invitó a toda la Congregación y a la Familia Salesianas a “Acoger a María en nuestra casa”.

Con el deseo de tener cada vez más a “María Auxiliadora en casa”, se ofrece una reflexión sobre la adhesión salesiana a la Eucaristía y a María Auxiliadora, sobre el camino recorrido en estos 150 años de fundación de ADMA, sobre el carácter popular del carisma salesiano que ha sido entregado en el tiempo como un tesoro que hay que custodiar y sobre el camino que hay que seguir “desde la casa de la Auxiliadora hasta nuestros hogares”.

En línea con el Aguinaldo de este año, se recuerda que no hay camino a la santidad sin la Eucaristía. La Eucaristía es la piedra angular para la conversión radical del corazón al amor de Dios. La entrega a María es una condición para vivir la gracia bautismal y madurarla en el camino de la fe, convencida de que Ella toma «de la mano» para llevarla al encuentro con su Hijo Jesús.

“La devoción a María Auxiliadora fue entendida y promovida por Don Bosco precisamente con una perspectiva de ayuda y defensa de la fe en el pueblo de Dios, tentado por ideologías que vaciaban el sentido cristiano de la vida y por tantos movimientos que atacaban la fe y la unidad de la Iglesia fundada sobre la roca firme de la profesión de fe de Pedro”. Con ADMA, Don Bosco ha querido ofrecer al pueblo cristiano un itinerario de santificación y apostolado sencillo y accesible a todos, con la intención de defender y promover la fe del pueblo y valorar los contenidos de la religiosidad popular.

En conclusión, el Rector Mayor expresa: “Al dar gracias por estos 150 años de vida de la Asociación de María Auxiliadora, comprometámonos, fieles al carisma de nuestro santo fundador de la Familia Salesiana, a dejarnos guiar por el Espíritu Santo para un renovado impulso evangelizador y educativo. Se trata de llevar la fe en Jesucristo y el amor a María a todos los jóvenes, niños, niñas, adolescentes, especialmente a los más pobres y necesitados (nunca lo olvidemos). Se trata de sembrar esta sensibilidad ya en los primeros años en que los niños y las niñas viven la edad de oro de la fascinación por los valores religiosos. Se trata de compartir esta fe en Jesús y el amor a nuestra Madre con muchos amigos y familiares, colegas, vecinos, conocidos. Lo esencial de este impulso evangelizador consiste en renovar la Asociación prestando especial atención a la familia y a las nuevas generaciones”. Siguiendo estas huellas, permaneceremos fieles al camino recorrido por Don Bosco.

Texto completo de la Carta del Rector Mayor de los Salesianos en el 150 aniversario de ADMA

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