El reloj marca las 9,15 h del viernes 14 de febrero de 2020… Interrumpimos nuestras tareas para reunirnos en la plaza del Colegio: alumnos de todas las etapas, educadores, personal no docente y comunidad esperamos a que salga por la puerta, por la puerta grande de nuestra Casa, un salesiano. Y esta palabra nos basta, no hay que decir mucho más para hablar de don Vicente.
Agradecidos por tantos años al servicio de los jóvenes, nuestro aplauso cuenta muchas cosas. Habla de más de noventa años de entrega a una vocación, de paseos infinitos por los patios, de tiempos en el confesionario, de misas a primera hora de la mañana, de no faltar a la celebración de un compañero en el pabellón, de una camiseta de fútbol que nunca quiso ponerse, de acompañar a grupos de matrimonios, de ESTAR y DAR, de DARSE.
No te decimos adiós… Es sólo un «hasta pronto». Aquí tienes siempre TU CASA.