COORDINADOR DE PASTORAL/
«Espíritu y Vocación» podrían ser dos palabras que sintetizarían bien lo vivido el pasado fin de semana. Un grupo de 25 jóvenes de los grupos de fe de nuestra Casa han recibido el sacramento de la Confirmación. Fue el pasado viernes 23, en la Parroquia de Santa Catalina, por la imposición de manos del Vicario de Zona, en nombre del Señor Obispo. Una celebración más sobria de lo habitual, pero cálida y profunda. Bien acompañados por sus padrinos y madrinas y familiares, que llenaban la Parroquia, manteniendo todas las medidas de seguridad e higine pertinentes. Una celebración profunda, no exenta de nervios pero entrañable y vital. Les deseamos lo mejor en su vida cristiana, en su vivencia de la fe y el testimonio de la misma.
El día 24 celebramos también los últimos turnos de Primeras Comuniones. Otro momento entrañable y profundo, entre los nervios y la ilusión de los niños y sus familias. Un punto y seguido en el crecimiento en la fe de estos niños, que se prolonga ahora en los grupos del Cristo Vive de nuestra Casa. Una amistad de crece con Jesús, a quien ya reciben en la Eucaristía semanal.
El mismo 24, la Eucaristía de María Auxiladora, llena de cariño y afecto salesiano por la Santísima Virgen. En la celebración se realizó la presentación de proyectos de todos los grupos de la Familia Salesiana, guía del proyecto pastoral de cada grupo. Somos Uno y caminamos juntos, desde la particularidad de cada uno.
Al terminar, se presentó la vocación del Salesiano Cooperador en el Aula «S. Francisco de Sales». Puede ser que surja un nuevo grupo de Aspirantes, que van a discernir esta vocación, para responder mejor a la llamada de Dios en sus vidas.
El domingo también comenzó un nuevo grupo de Hogares D. Bosco. Ha asumido el nombre de «Teresa Cejudo», como referencia a su matrimonio cristiano y su compromiso pastoral. Le deseamos lo mejor es esta nueva andadura como familias unidas en el carisma salesiano.
Pozoblanco es una Casa viva, llena de vitalidad y empuje, con propuestas concretas de vida cristiana para vivir en profundidad. En tiempos difíciles como los que nos toca vivir es una alegría comprobar que el Espíritu sigue soplando con fuerza en nuestra Obra.
